Desde las tribunas teñidas de verde hasta los abrazos en el césped del Carlos Sacaan, el fin de semana quedó marcado en la memoria del Oeste. El Club Atlético Ituzaingó selló su regreso a la Primera B Metropolitana tras una campaña que combinó solidez, compromiso y momentos de alto vuelo futbolístico. El ascenso se definió en una final electrizante frente a Sportivo Barracas, que terminó igualada en el tiempo reglamentario y se resolvió desde los doce pasos, donde El León mostró temple y precisión para quedarse con el título.

A lo largo del torneo de la Primera C 2025, Ituzaingó construyó su camino con regularidad y firmeza. Lideró su zona de clasificación con autoridad, sumando 45 puntos en 22 partidos, con 13 victorias, 6 empates y solo 3 derrotas, lo que le permitió llegar a la instancia decisiva como candidato. En el reducido, volvió a demostrar jerarquía dejando en el camino a Deportivo Español antes de disputar la definición ante Sportivo Barracas. En los penales, el León mantuvo la calma y selló el ascenso para alegría de su gente, que acompañó de manera multitudinaria y celebró el regreso a una categoría que conoce bien.

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El equipo mostró identidad, orden defensivo y eficacia en los momentos decisivos. Jugadores determinantes y un arquero que se lució en la tanda final fueron parte de una campaña que devolvió al club a la Primera B Metropolitana. El festejo se extendió por las calles de la ciudad, con una hinchada que alentó de principio a fin y celebró un logro significativo para la comunidad futbolera del Oeste.

Más de un siglo de historia para el León del Oeste
Fundado el 1 de abril de 1912, el Club Atlético Ituzaingó nació como un espacio social y deportivo para una comunidad que crecía alrededor de la estación ferroviaria. En sus primeras décadas, fue un punto de encuentro para los vecinos, promoviendo el deporte y la vida social en una localidad que forjaba su identidad.

El fútbol tomó protagonismo con el paso del tiempo y, en 1962, el club se incorporó de manera oficial a los torneos de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). La institución atravesó momentos emblemáticos, como sus ascensos previos en 1969, 1992-93 y 2021, hitos que fortalecieron su espíritu competitivo y consolidaron el cariño de su gente. El Carlos Sacaan, su estadio, se convirtió en uno de los símbolos deportivos más representativos del Oeste, escenario de tardes de aliento, alegrías y fidelidad incondicional.

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La historia del Verde es también la historia de su comunidad: generaciones que crecieron alentando, que hicieron de la camiseta una identidad barrial y que convirtieron al club en referencia deportiva y social. Entre la pasión en las tribunas y el esfuerzo dentro del campo de juego, Ituzaingó se afianzó como una institución tradicional del fútbol argentino, con una hinchada fiel que vive cada paso como propio.

Más de cien años después de su creación, y tras una campaña que lo devolvió a la B, el León del Oeste volvió a rugir. Un regreso que premia la constancia y que suma un nuevo capítulo a una historia rica, forjada con trayectoria, pasión y pertenencia.

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