Cuando sucedió el triste acontecimiento de la muerte prematura del músico y cantante Huguito Flores, la muestra de afecto de sus admiradores y vecinos de Villa Udaondo resultó ser un hecho más ligado a la música y a la historia de nuestro pueblo, otro eslabón de una larga cadena de sucesos que unen a nuestra localidad con la música popular.

Por lo tanto el 9 de abril del 2024 los representantes del grupo de facebook “Villa Udaondo, su historia contada por su gente” (el cual administro), impulsó un pedido oficial ante el Concejo Deliberante de Ituzaingó acompañado por más de 400 firmas, solicitando que Villa Udaondo fuera declarada como “El Jardín de la Música”.

 Este pedido se fundamentó por los siguientes motivos, pudiendo comenzar destacando que varias de las calles de nuestra Villa tienen el nombre de danzas tradicionales tal el caso de Del Gato, Del Malambo, De la Cueca, Del Cielito, De la Chacarera o Del Pericón, entre otras, y también resaltar que en el Parque Leloir se encuentra una calle con su nombre en homenaje al compositor y pianista Carlos López Buchardo.

Otro dato significativo es que también dentro de Villa Udaondo se encuentra el barrio y la Parroquia Santa Cecilia, advocación de quien para la Iglesia Católica y sus fieles es la Patrona de la Música.

Otro patrono de la música no reconocido de manera religiosa pero sí impulsado por el saber popular fue Don Osvaldo Pugliese, que vivió sobre la calle Don Segundo Sombra en el barrio Santos Vega, él es hoy en día muletilla de suerte que muchos músicos del momento invocan antes de comenzar su actuación.

Pero él no fue el único tanguero que vivió en Villa Udaondo, quien también eligió nuestro barrio para pasar sus días fue Miguel Caló, compositor y director de orquesta que tuvo su casa en Villa Leloir. Y, que al igual que otros tangueros, era un habitual partícipe del concurso realizado en Radio Splendid y auspiciado por la firma Puloil (polvo limpiador) cuyo dueño era David Cauchaner, vecino y fundador de Villa Vitacal, barrio perteneciente a nuestra localidad.

El cantante de tangos Néstor Fabián y su compañera Violeta Rivas también tuvieron su residencia sobre la calle La Cachirla en el Parque Sumampa, otro de los barrios de nuestra localidad.

Otra pareja de cantantes destacados dentro del género tanguero que también eligió nuestra localidad para pasar sus días fue la formada por Guillermito Fernández y Laura Colángelo, más conocida como Laura D`ana quién aún sigue viviendo en el barrio Parque Leloir. Cabe aclarar que Laura es hija del destacado músico, pianista, acordeonista y director de orquesta José “Pepe” Colángelo quien cuenta con más de 60 años de trayectoria musical y que integró la agrupación de Aníbal Troilo.

Fue sin dudas por su característica y abundante vegetación más lo alejado de las urbes lo que hizo que Villa Udaondo fuera elegida por muchos músicos como zona de descanso. Así es que aquí residieron los cantantes de música beat -como se la llamó en algún momento, por ejemplo Miguel Ángel Espinosa más conocido como Heleno, vecino de la calle Benito Lynch en el barrio Haras Miryam o Luis María Billy Cafaro habitante del barrio La Tradición.

El ritmo bolero tampoco fue ajeno a nuestra villa, justificando esta afirmación es menester exponer que el chileno Rosamel Araya frecuentaba seguido el barrio La Tradición donde vivía su cuñada por lo que era habitual verlo caminando por nuestras calles.

También en el barrio Villa Ángela vivió Larry Moreno, guitarrista y cantante de boleros quién hacia 1970 tuvo su etapa más exitosa con temas consagrados como "Lástima, hoy te tengo lástima", "Mira mi cosecha, mira mi guitarra".

Otro hecho que involucra a la localidad de Villa Udaondo con la música, y en este caso con la música hebrea, tiene relación con la canción “Mi Quinta en Castelar” tema popularizado por Max Zalkind que, si bien hace mención a Castelar, en su letra puede escucharse “Martin Fierre” en referencia a la avenida Martín Fierro. La quinta donde se reunía junto a Jevel Katz (apodado el Gardel Judío) era propiedad de Bernardo Kalman Prusak destacado violinista que participó en innumerables orquestas.

Con la mejora de los accesos hacia la zona oeste fueron muchas las personalidades que descubrieron nuestra localidad lo que trajo a músicos como Luis Alberto Spinetta quien vivió sobre la calle Julián Balbín en Villa Leloir en una casa quinta que fuera visitada por el conductor de programas musicales Juan Alberto Badía con el fin de entrevistarlo (charla que se puede disfrutar en YouTube).

Otros músicos de rock que vivieron y viven de manera permanente son Miguel Cantilo en el barrio La Loma, el Indio Solari en el corazón del Haras Miryam como también Palo Pandolfo, Iván Noble y David Lebón en el barrio Parque Leloir.

La creación del estudio de grabación Del Cielito Records en Parque Leloir, de Gustavo Gauvry contribuyó para que Villa Udaondo fuera visitada y transitada por una legión de músicos sobre todo de la corriente del rock, desde Charly García con Serú Giran, Los Redonditos de Ricotta, Los Ratones Paranoicos, Alejandro Lerner, Alejandro Sánz, la Bersuit Vergarabat, Vox Dei, Nito Mestre, Fito Páez, León Gieco y muchísimos más. Pero este estudio no fue solo patrimonio de rockeros, quienes también pasaron por allí para grabar sus discos fueron otros intérpretes de renombre como lo son Mariano Mores, Teresa Parodi, Silvio Rodríguez, Los Chalchaleros, la Mona Giménez, Pablo Milanés, la enorme Mercedes Sosa y la lista sigue (datos obtenidos del libro “Del Cielito, el Sello del Rock”).

A estos hechos históricos podemos sumarles dos acontecimientos pintorescos que involucraron a dos bandas internacionales, uno de ellos es la visita de los Rolling Stone a dicho estudio para conocerlo y como invitados a un almuerzo allí.

Similar a ello ocurrió con Queen cuando en 1981 durante su gira por nuestro país, Freddy Mercury y el resto de la banda fueron invitados a una cena que se realizó en la quinta de la familia Petracca ubicada sobre la avenida Gobernador Udaondo, dato documentado por la revista Pelo y ratificado por un integrante de la familia Petracca a un medio nacional.

Otro estudio que se instaló en la zona de Parque Leloir es La Calandria del músico Ricardo Mollo casado con la actriz y cantante Natalia Oreiro.

También podemos destacar que, en épocas de carnavales, actuaron en clubes y sociedades de fomento algunos artistas populares. Aún hay testimonios vivos de cuando en los carnavales de 1969 actuaron Los Bambis con Sergio Denis,  Johnny Allon, Pomada, Banana, Los Pasteles Verdes, Trocha Angosta y Coco Díaz en el Club Martín Fierro o cuando Sandro y los de Fuego hicieron un recital en la Sociedad de Fomento Las Cabañas.

Un lugar icónico que aún persiste en nuestra villa es la casa de té Friendly, ubicada en el corazón del barrio Villa Leloir donde muchos músicos acompañaron gratas veladas entre ellos el dúo Vivencia.

Grandes representantes de la música folklórica también visitaron nuestro barrio, se conserva el registro de las visitas que realizaron Horacio Guarany, Ramona Galarza y Teresa Parodi, invitados por la ex Escuela Primaria Nº 37, hoy Escuela 7 Armada Argentina. Otra asidua visitante de este establecimiento es la señora Suna Rocha, vecina del barrio.

Un intérprete destacado vecino del barrio Parque Leloir es Silvio Fraga, guitarrista de clásico y popular y arreglador, profesor en el conservatorio de Morón y quién hizo los arreglos de cuerdas en el último CD de Suma Paz.

También vale mencionar a Osvaldo Manzanelli, que vive en Udaondo y dirige el Coro Nacional de Ciegos.

Además de estos músicos populares ampliamente reconocidos, en el aire de Villa Udaondo siempre se respiró música, desde sus primeros habitantes del barrio La Liebre (hoy De la Tradición), donde durante las décadas del ’60 y ‘70, surgió y tuvo su esplendor el primer grupo integrado entre otros por Oscar Demichelis, García y Vladi, luego en el mismo barrio se formó otra banda con influencia rockera, se llamó “Escuadra 55”y que con el tiempo tuvo algo de más trayectoria; estaba integrada por José Alarcón, Tito y Dardo Destefanis, quienes tocaron en época de carnaval en el histórico Palacio de Flores. Al igual que ellos había otros vecinos como Pancho Cavieres y Mario González, guitarrista de Villa Udaondo, que formó parte del Trío Esperanza, integrado también por Fernando Agüero.

El barrio De la Tradición contaba con una Sociedad de Fomento muy activa, que tomó el nombre de la barriada, y que fue escenario de la presentación de grupos de rock como el llamado “Cemento”, que integraban Eduardo Fignoni, Héctor Flores, Juan Carlos Ponce y Pablo Rodríguez. Años más tarde allí también cantó tangos el vecino del Barrio Nuevo Marcial Casco vocalista de la orquesta de Miguel Caló. En este barrio también surgieron los grupos de rock Edicto y El Cierzo, este último tributo a Héroes del Silencio. Otro conjunto muy popular entre los vecinos y surgido en el barrio es Los Añá, quienes incursionan en el rubro chamamecero.

Dicha Sociedad de Fomento La Tradición (SOFOLATRA) también fue testigo de nacimiento en 1999 de la primera murga barrial cuyo nombre inicial fue Locos a la Murga, luego presentándose como Los locos de Udaondo los que hoy en día son ampliamente conocidos como Los Pirados del Oeste.

También es rescatable mencionar que la colectividad santiagueña tiene su lugar de encuentro en la capilla ubicada en el Parque Sumampa, donde realizan las fiestas patronales de Nuestra Señora de Sumampa y también organiza multitudinarios festivales folclóricos que en varias oportunidades contó con la presentación del show musical “Hugo Torres, de los Manseros Santiagueños".
Hacia mediados de los ‘80, en el barrio Santa Cecilia el grupo de rock “Banda Viajera” era muy escuchado por los vecinos.

Según refiere Edgardo Mateo, director y propietario de FM Udaondo, el piloto y cantante Silvio Oltra era un asiduo visitante a la radio, de hecho la cortina musical del programa “Sintonía” es un tema de su autoría e interpretación y comenta también que otro estudio de grabación en la zona fue “La Bomba Records” propiedad de Gladys la bomba tucumana, especializado en música tropical, además de la mencionada intérprete también allí grabaron sus discos Miguel Alejandro, Ricky Maravilla y Alcides entre otros.

Otros vecinos vinculados al arte de la música y de la canción más contemporáneos que viven en nuestra localidad son: Viviana Cerino, baterista, percusionista y compositora de tango, rock y folclore. Remo Morando, cantante, guitarrista, compositor de música popular de este lado del mundo: tango, zambas, chacareras, rock y más. Coty Manigot, cantante, docente de canto y compositora argentina y Walter Soria, este último de gran trayectoria como cantautor, guitarrista y compositor de canciones de raíz folklórica que alguna vez acompañó en su canto a Beatriz Cappagli, docente, historiadora de todo lo referente a Villa Udaondo y además madrina de nuestro grupo de Facebook.

Así mismo existen nuevos artistas que alquilaron en nuestra villa como Perro Primo.

Otra vinculación de Villa Udaondo con la música y, seguramente desconocida por la sociedad, es que durante muchos años vivió exiliado y refugiado en el barrio La Tradición, Don Carlos Lara Bareiro reconocido por todo el pueblo paraguayo como el Apóstol de la Música y de la Dignidad, un prócer de la música guaraní.

Seguramente me esté olvidando de muchos otros que vivieron, viven o transitaron por nuestra localidad, pero lo ya expuesto creo que es más que suficiente para fundamentar que se denomine a la localidad de Villa Udaondo como el Jardín de la Música.

Como cierre para toda esta solicitud podría transcribirse la siguiente poesía:

Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua
se equivocaba.

Creyó que el mar era el cielo
que la noche, la mañana,
se equivocaba,
se equivocaba.

Poema escrito por Rafael Alberti, poeta español que vivió por más de 4 años en Villa Udaondo y musicalizado por Carlos Guastavino, fue interpretado entre otros por Mercedes Sosa y Joan Manuel Serrat.

El final de este relato dice que el 16 de junio del 2024, el Concejo Deliberante de Ituzaingó declaró a la localidad de Villa Udaondo como el Jardín de la Música. 

Con la seguridad que este reconocimiento no solo servirá como un recordatorio de las raíces de la comunidad sino que también podrá ayudar a fortalecer el sentido de identidad y pertenencia entre sus residentes así como también unir a los vecinos en torno a un objetivo común y fomentar un mayor sentido de unidad y cooperación, además de rescatar y dar a conocer la historia de la localidad Villa Udaondo.