Cultura
17 May 2025
La historia del astronauta que nació en Ituzaingó y soñó con las estrellas
Frank Caldeiro fue seleccionado por la NASA para integrar misiones espaciales. Su infancia en Villa Las Naciones y su trabajo entre cohetes marcaron una carrera única para la ciencia argentina.
Entre juegos, árboles y veredas, un niño de Ituzaingó miró al cielo con curiosidad. En el barrio Villa Las Naciones vivió Fernando Frank Caldeiro, el primer astronauta argentino seleccionado por la NASA. Su vida transcurrió entre motores, simuladores y proyectos espaciales, pero sus primeros pasos los dio en una plaza que hoy lo homenajea.
Frank Caldeiro nació el 12 de junio de 1958 en Ituzaingó. Aunque por su trayectoria profesional fue vinculado a Estados Unidos y España, su origen estuvo siempre en el oeste del conurbano bonaerense. Estudió ingeniería, trabajó en la industria aeroespacial y en 1991 fue contratado por la NASA, donde participó en más de 50 lanzamientos como experto en criogenia y propulsión.
Integró el grupo 16 de astronautas, apodado Las Sardinas, y fue asignado como Especialista de Misión con el objetivo de formar parte de la tripulación de la Estación Espacial Internacional. También supervisó los módulos europeos de la estación y colaboró en el desarrollo de simuladores. En 2006 fue designado al programa de vuelos de gran altitud a bordo de aviones WB-57, en misiones que rozaban el límite con el espacio exterior.
El 3 de octubre de 2009 falleció a los 51 años luego de luchar contra un tumor cerebral. Su carrera no llegó a incluir un viaje espacial, pero dejó un legado técnico y científico que se valora en el ámbito aeroespacial internacional. En su barrio, la plaza Fuerza Aérea, que lo vio crecer, conserva un monolito en su honor. En junio de 2024 se colocó allí una placa conmemorativa para mantener viva su memoria.
Frank Caldeiro fue un vecino de Ituzaingó que soñó en grande. Su historia conecta el oeste del conurbano con la órbita terrestre y forma parte de una memoria local que trasciende fronteras.
Frank Caldeiro nació el 12 de junio de 1958 en Ituzaingó. Aunque por su trayectoria profesional fue vinculado a Estados Unidos y España, su origen estuvo siempre en el oeste del conurbano bonaerense. Estudió ingeniería, trabajó en la industria aeroespacial y en 1991 fue contratado por la NASA, donde participó en más de 50 lanzamientos como experto en criogenia y propulsión.
Integró el grupo 16 de astronautas, apodado Las Sardinas, y fue asignado como Especialista de Misión con el objetivo de formar parte de la tripulación de la Estación Espacial Internacional. También supervisó los módulos europeos de la estación y colaboró en el desarrollo de simuladores. En 2006 fue designado al programa de vuelos de gran altitud a bordo de aviones WB-57, en misiones que rozaban el límite con el espacio exterior.
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El 3 de octubre de 2009 falleció a los 51 años luego de luchar contra un tumor cerebral. Su carrera no llegó a incluir un viaje espacial, pero dejó un legado técnico y científico que se valora en el ámbito aeroespacial internacional. En su barrio, la plaza Fuerza Aérea, que lo vio crecer, conserva un monolito en su honor. En junio de 2024 se colocó allí una placa conmemorativa para mantener viva su memoria.
Frank Caldeiro fue un vecino de Ituzaingó que soñó en grande. Su historia conecta el oeste del conurbano con la órbita terrestre y forma parte de una memoria local que trasciende fronteras.